GOLPE DE AUTORIDAD
- El Hércules vence en Lleida ante casi 9.000 personas y asalta el liderato con un tanto de Marcos Mendes.
JOAN ARJONES
Días para disfrutar. El domingo se vivió uno de esos encuentros que tanto merece una afición herculana que se desplazó a Lleida para vivir un partido de alto voltaje. Parte de estos, los que viajaron en autobús desde Alicante, tuvieron un percance que puso en duda la presencia de casi un centenar de personas. La fe, que luego demostró el conjunto herculano en el campo, también la mostraron esos hinchas que tras nerviosismo y espera, consiguieron, en torno a los veinte minutos tarde, llegar al Camp d'Esports.
Rubén Torrecilla apostó por repetir la alineación que empató ante el Badalona en el Rico Pérez. El Hércules salió con todo en Lleida. Un primer cuarto de hora de dominio herculano llevó a una clara ocasión de Marcos Mendes. A partir de ahí, el Lleida fue ganando en protagonismo y, pese a no tener claras ocasiones, acabó la primera mitad en área herculana. Igualdad al descanso en un partido en el que las defensas se imponían a los ataques.
A la vuelta de vestuarios, siguió esa paridad en el juego. Quiso el Hércules entrar más en juego con el mediocampo con un Carlos Mangada imponiendose en la salida y en la contención. Sobre la hora de juego, Marcos Mendes peinó, Ketu prolongó la jugada y el delantero guineano, con fe y fortuna tras varios rebotes, consiguió robar y anotar un 0-1 con el que se "caía" la grada de desplazados herculanos.
Hércules CF
El Lleida dió un previsble paso hacia delante. Campins se quedó en solitario ante un imperial Carlos Abad en una de las pocas acciones en las que pudo quebrantar la zaga formada por Nolan y Josema, y fallo frente al guardameta canario en una de las acciones más claras del encuentro. Siguió llegando el combinado de Ángel Viadero, a balón parado, por el centro, por el lateral... pero se encontró con un muro herculano. Liberación, éxtasis y euforia desmedida en el césped y en la tribuna blanquiazul con el pitido final tras ocho minutos de descuento y nerviosismo.
Los de Rubén Torrecilla se hacían con la primera plaza del grupo con tres puntos vitales en la pelea por el campeonato. La plantilla le dedicó, al final del encuentro, la victoria a una afición que sufrió en el viaje, sufrió en el encuentro, y celebró por 'todo lo alto' al final.
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